El de la formación es un sector que requiere la generación de material didáctico. Es decir, toda aquella información, e incluso dispositivos, que han sido diseñados para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje de alumnos, empleados de una empresa, etc. Durante los últimos años, en España ha aumentado de forma considerable el número de empresas que exigen a sus empleados la realización de numerosos cursos de formación. En efecto, se encuentran en un proceso de formación constante.
No es para menos, sobre todo teniendo en cuenta los cambios continuos y acelerados que se producen en la sociedad debido a las nuevas tecnologías, metodologías de marketing, novedades en materia de protección de datos, etc. De este modo, las empresas necesitan contar con una plantilla de profesionales cualificados y capacitados para afrontar de forma competente las exigencias de la sociedad, en general, y del mercado, en particular.
Entran en juego los planes de formación, pero ¿cuáles son los riesgos que corren los cursos de formación al distribuir su material didáctico en plataformas digitales?
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3 riesgos de compartir el material didáctico en plataformas online
De entre todos los objetivos compartidos que existen de cara al material de formación de las empresas y cursos, existe uno que destaca por encima del resto: aprender a crecer con seguridad. Debido a los avances tecnológicos, cada vez es más común encontrarnos con la posibilidad de realizar cursos a distancia en base a una plataforma online. Hoy queremos compartir contigo los riesgos de distribuir el material online sin otorgar la seguridad adecuada:
- Plagio. Es uno de los delitos más comunes producidos en materia de recursos didácticos y materiales para la formación.
- Robo de la información. Algunos hackers han encontrado en los cursos de formación digitales un lugar idóneo para secuestrar la información a cambio de rescates costosos.
- Brecha de seguridad en la gestión de alumnos. En este punto entran en escena los datos personales. Los cursos de formación deben garantizar su seguridad, no solo para evitar la pérdida de control sobre ellos, sino también para evitar las consecuencias legales de no hacerlo. Sirvan de ejemplo las multas establecidas en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Caminamos a la par de las tecnologías de la información y de la comunicación, y, como tal, debemos garantizar la seguridad de su uso.
Casos de plagio académico
A continuación vamos a reflejar la realidad de una sociedad en la que los delitos contra la propiedad intelectual no parecen encontrar freno. Durante los últimos cinco años hemos sido testigos de casos como los que te vamos a mencionar y que, sin lugar a duda, podrían haberse evitado. ¿Cómo? Adoptando las medidas de seguridad adecuadas:
- Un profesor denuncia a otros de plagiar su obra para un libro de texto. (El País)
- El plagio de las tareas escolares acapara internet. (El Debate)
Como consecuencia, las medidas acerca de los delitos contra la propiedad intelectual han ido creciendo. Prueba de ello son algunas noticias publicadas por diarios digitales:
- Las universidades luchan contra el plagio, pero falta regulación. (Diario Jurídico)
- La Universidad creará un código ético para evitar plagios. (La Voz de Galicia)
Nos encontramos en pleno siglo XXI, una era en la que la información y los datos se han convertido en los protagonistas de nuestra civilización. Ya no pueden pasar desapercibidos, y su protección tampoco.
¿Cómo ha reaccionado la sociedad?
Han creado herramientas para detectar el plagio en las universidades, empresas y cursos de formación. Ejemplos de estas herramientas son: iThencate o CheckForPlagiarism.net. Sin embargo, ¿por qué no actuamos previamente con técnicas de protección en vez de enfocarnos en detectar el plagio? Dicho de otro modo, ¿por qué no nos enfocamos en evitarlo más que en identificarlo? En próximos posts compartiremos contigo algunas aplicaciones para comenzar a actuar y proteger tu material didáctico como merece.
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