Los datos nos acompañan a las personas y a las empresas a lo largo de toda nuestra vida. Desde que nos ponen nuestro nombre hasta el final de nuestros días, pero, aunque a veces no seamos conscientes, manejamos y utilizamos infinidad de ellos en nuestro día a día: nombres, teléfonos, DNIs, correos electrónicos, fotos, documentos y mensajes. Lo hacemos al realizar cualquier actividad, como la reserva de un hotel, el pago con una tarjeta bancaria, etc.
Por eso, debemos ser responsables y cuidadosos a la hora de utilizar la información tanto nuestra como la de nuestros clientes. Del mismo modo, es importante saber cómo vas a protegerte, pues cualquier fuga de información puede acabar con tu negocio y reputación. Los datos otorgan un gran poder a quienes los tienen bajo su dominio, y es que pueden revelar un sinfín de aspectos sobre nosotros para ser usados en nuestra identificación.
La protección de datos es tu derecho, protégelo.
La privacidad y la seguridad en las consultorías
Pónganse en la piel de lo que les vamos a contar a continuación: el directivo de una empresa de comunicación acaba de asistir a una consultoría profesional especializada en transformación digital. Recibe el asesoramiento, apoyo, orientación y respaldo que necesita para emprender una estrategia digital y los cambios de su modelo de negocio. La empresa consultora ha dejado anotados sus datos personales básicos: nombre, apellidos, DNI, teléfono y correo electrónico.
¿Dónde los almacena?, ¿cómo lo hace?, ¿utiliza sistemas de seguridad?, ¿qué tipo de protección ha otorgado a la información que acaba de recabar?, ¿está respondiendo con la misma confianza que ha depositado su cliente en él? Estas son las preguntas que nos deberíamos de hacer de cara a la protección de datos, pues su realización garantiza la privacidad y la seguridad en el servicio ofrecido por las consultoras.
Estos dos principios encuentran su fundamento en el derecho a la intimidad de los clientes. Toda persona debe ser libre de interferencias arbitrarias en su vida privada, por lo que los servicios de consultoría tienen una gran responsabilidad en este sentido. Mantener protegidos los datos de cada uno de sus clientes, atendiendo a los requisitos del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), es una obligación que no se puede descuidar.
La actividad desarrollada por las consultoras se ha convertido, así, en un punto de confluencia entre su trabajo y la esfera más reservada de las personas. Nos referimos al ámbito que mayor protección requiere, aquel que siempre tratamos de preservar de miradas ajenas, y aquel cuya violación es injustificable. Precisamente por ello, las consultorías tienen una importante labor que realizar en el desarrollo de su ejercicio.
La privacidad es un derecho humano.
¿Cómo se producen las fugas de información en las consultorías?
En realidad, no existe una única forma de que esto pueda ocurrir. Al contrario, son muy diversas las acciones que pueden desembocar en una brecha de seguridad y, como consecuencia, en una fuga de información. Nos referimos a ese tipo de fugas no controladas de la información que provocan su llegada a personas no autorizadas o sobre las que su responsable pierde el control. Como podéis ver, se trata de un proceso que salpica a diferentes contrincantes: consultores, responsables de tratamiento y clientes.
Por esta razón, hemos creído importante compartir con vosotros 3 de las formas más comunes en las que se produce una fuga de datos en los servicios de consultorías. ¿Estáis preparados?
- Acceso no autorizado a los dispositivos. Provoca la accesibilidad de terceros a nuestra información confidencial, de manera que es importante contar con sistemas de protección que garanticen la privacidad de los documentos frente a las miradas ajenas. Por ejemplo: el cifrado o encriptado de archivos.
- Uso de herramientas poco seguras. Es importante contar con dispositivos y sistemas que garanticen el buen ejercicio, así como un buen uso de estos. Recordad que las consultoras, cuando llevan acciones profesionales o empresariales, están responsabilizándose de datos de terceros.
- No contar con un sistema seguro de protección. Es importante tener en cuenta que el tratamiento de datos personales de terceros implica contar con sistemas o aplicaciones que se ajusten al nivel más alto de seguridad especificado en el Reglamento.
Los daños pueden ser irreparables
Los puntos que os acabamos de explicar no son solamente tres formas de producirse una fuga de información en las consultorías, sino que también responden a las principales amenazas para su trabajo. La pregunta es; ¿por qué? Entre otras cosas, porque las consecuencias y daños de este tipo de acciones pueden ser irreparables. Pagos por rescates que no podemos afrontar, confianza de nuestros clientes que no volvemos a recuperar, cierres de negocio que no podemos frenar, caída en el mercado de valores que no podemos superar, etc.
Para que sirva de ejemplo, hace algunos meses que la empresa Deloitte, dedicada a prestar servicios de consultoría, entre otras cosas, recibía un ciberataque masivo que afectaba a más de cinco millones de emails de sus clientes de todo el mundo.
Las fugas y brechas de seguridad suelen acabar con el valor confidencial de la información, por lo que se han convertido en un terrible enemigo de los consultores. Un enemigo al que algunos están dispuestos a hacer frente, pero al que otros muchos temen. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo te ha costado lograr todo lo que hasta ahora has conseguido en tu trabajo?, ¿imaginas cómo sería perderlo todo de golpe? Mejor imaginarlo que vivirlo, ¿verdad? Nosotros, también lo creemos.
¡Garantiza tu seguridad y la de tus clientes!