Sí, seguridad, aunque quizás convendría más añadir el prefijo ciber. Vivimos en el mundo de internet rodeados de tecnologías de la información y de la comunicación. ¿Quién duda de ello? Nosotros, desde luego, no. Por eso, estamos hoy aquí. Queremos compartir contigo la importancia real que tiene la ciberseguridad para las empresas más pequeñas que componen nuestra sociedad. Queremos hacer hincapié en su importancia, dado que se han convertido en la base del crecimiento de empleo durante el último año. Y queremos, también, hacer un recorrido por las principales preocupaciones que tienen estos espacios de trabajo sobre su seguridad.
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6 preocupaciones reales en materia de ciberseguridad
Tenemos la sensación de que nuestra realidad está asentada sobre una pequeña capa de miedo. Miedo a actuar, a proteger los datos, a garantizar la seguridad que merecemos. Miedo a salir perdiendo. No es casualidad que el pasado mes de febrero, a escasos días de la aplicación del nuevo Reglamento europeo, “el 90% de las empresas españolas incumpliera aún la nueva normativa de datos” ¿Qué preocupa a las microempresas?
- Que su información, documentos, etc. no estén lo suficientemente seguros en los lugares en los que son almacenados.
- Que puedan sufrir un incidente de seguridad en cualquier momento.
- Se pregunto cómo afecta la aplicación del RGPD a su ejercicio o actividad.
- Que su información pueda caer en manos equivocadas.
- Que los documentos compartidos no estén protegidos correctamente.
- Que no pueda saber quién, cuándo, dónde y cómo se utilizan sus documentos.
En línea con sus preocupaciones, las empresas buscan soluciones como AceoDocs sencillas y adaptadas a sus necesidades y requisitos. Sin embargo, aunque pueda parecer ilógico, en la actualidad son muchas las empresas que todavía no han salido de su zona de confort en materia de seguridad.
¿Qué les frustra a los autónomos?
A veces, antes de buscar ayuda en profesionales y expertos en ciberseguridad, algunos autónomos se autoconvencen de que los sistemas de cifrado y lógicas IRM son caros y difíciles de usar. Es comprensible que este pueda ser un primer pensamiento. Sin embargo, la realidad es otra.
Es más, algunos las descartan a priori sin saber que se trata de las técnicas exigidas por el Reglamento, o, incluso, ni siquiera saben de su existencia. Este es un punto en el que debemos actuar, pues se trata de sistemas capaces de facilitar en gran medida el ejercicio de estas compañías.
En general, los proveedores de estas tecnologías no se dirigen al público one to one, lo que hace que la mayoría de las personas no los conozcan. Sin embargo, debes saber que estas técnicas forman parte de la senda hacia la máxima ciberseguridad.
¿Cuál es su principal objetivo?
En este caso, el objetivo primario y la obligatoriedad coinciden en contenido y forma: garantizar la seguridad de su información y el cumplimiento de la normativa. Para conseguirlo, primero es necesario tomar conciencia de su necesidad. La protección de datos se ha convertido en un gran reto para las pequeñas empresas, así como en un apoyo de su éxito.
El cumplimiento y la adaptación al RGPD nacen de un profundo deseo de controlar nuestros datos personales. Tratarse de autónomos o empresas muy pequeñas no cambia nada, pues también están obligados a elaborar documentos y apostar por sistemas de protección de datos. En la actualidad, se han eliminado las obligaciones de inscribir los ficheros, pero, a cambio, se han introducido otras nuevas:
- “Se amplía la información a suministrar a los interesados”.
- “Se elimina el listado de medidas de seguridad a aplicar en función del tipo de datos y de tratamiento, pasando a ser el empresario, o el encargado del tratamiento quien tenga que decidir qué medidas técnicas y organizativas aplicar para garantizar un nivel de seguridad adecuado al riesgo que presenta el tratamiento”.
- “Se añade la obligación de asignar un Delegado de Protección de Datos (DPO) en determinados casos”.
Podríamos seguir contándote más obligaciones, pero no estamos aquí para eso. Nuestro objetivo es contarte cómo afectan a los autónomos y micropymes, y es que, en este caso, las nuevas obligaciones presentan nuevos retos para estas organizaciones. Sirva de ejemplo la revisión de los consentimientos, tener un conocimiento de calidad acerca de las nuevas exigencias, contratar a un DPO si es necesario, etc.